Tras la bienvenida a cargo de Teresita Del Milagro Gutiérrez (en representación del Museo) y Yolanda Sángari (presidenta del Ateneo), el público que colmó la sala se sumergió en las admirables historias de vida que compartieron los protagonistas de la jornada a través de unos breves videos proyectados en la pantalla. Resultó una amena manera de conocer a cuatro salteños que luego de tantos años de trabajo y dedicación, continúan adelante con el mismo entusiasmo y sin bajar los brazos.
El primer testimonio fue el de la docente jubilada Elba Aparicio, quien pidió a los jóvenes “que motiven e incentiven a sus abuelos y familiares adultos mayores a no abandonarse y a considerarse útiles dentro de la sociedad, ya que la vejez es la mayor sabiduría de la vida”.
Luego fue el turno de Haydée Ávila, quien tras 44 años desempeñándose como docente, se dedica de lleno a una de sus más grandes pasiones: la poesía. “Por experiencia sé que, aun siendo adultos mayores, podemos seguir haciendo lo que el corazón nos dicta, porque eso es una fuente de felicidad y de vida”, manifestó.
Aunque no estuvo presente en el encuentro, el público miró con suma atención el video de Valeria Ríos de Ramos, integrante de la Asociación de Familiares de Caídos por Malvinas de Salta y madre del Héroe del Crucero ARA Gral. Belgrano, Hilario Ramos, de 19 años. “Los adultos mayores no somos viejos. Somos gente con sabiduría, experiencia y capacidad para enseñar a los jóvenes con oídos abiertos dispuestos a escuchar”, afirmó.
Y como broche de la primera parte del encuentro destinado a los adultos mayores, llegó el emotivo testimonio de Juan Carlos Machado, un ferroviario jubilado de 95 años. “Me gusta escribir los temas de todos nuestros héroes de la Independencia”, expresó Machado, quien cerró recitando el poema “Cultivo una rosa blanca”, del escritor cubano José Martí.
Cabe destacar que además hubo espacio para hacer hincapié en otras historias que vale la pena conocer. Es el caso del marino mercante civil y ex Combatiente de Malvinas, Roberto Raúl Carabajal (73), quien junto a sus compañeros apadrina a la Escuela Nº 4656 “San Juan Bosco” de Rosario de Lerma, donde además de hacer trabajos de mantenimiento en el establecimiento, acompañan a los alumnos.
También se conoció la historia del joven Walter Puca, quien decidió mudarse de Buenos Aires a Salta para acompañar a su abuelo y, sobre todo, ayudarlo con los trámites y gestiones relacionados con su salud. “Hoy ya no tengo a mi abuelo, pero hice de toda esa experiencia una salida laboral, por eso quiero darle mi tiempo y mi esfuerzo a todos los abuelos que se les complica o no cuentan con esa ayuda. Yo me ocupo de la cadetería, gestiono trámites y trato de conseguir todo lo que necesiten. Hacer esto por los abuelos representa para mí un abrazo al alma”, dijo.
El encuentro prosiguió en el patio del museo, donde el público cada vez más numeroso disfrutó de las danzas y la música folclórica. En primer lugar, el Ballet Tradición Salteña, representado por sus profesores Mercedes Villagra y Ezequiel Carabajal, cosecharon aplausos a través de un puñado de zambas y chacareras.